Mi mano acaricia tu sueño,
y para mejor acariciarlo,
se convierte ella también en sueño
.Entonces tu sueño,
se convierte en mano
para corresponder a esa caricia
Despierta; ame tu presencia inalterable
lícita y sutil,
conducida también de un modo lujurioso
capaz de sucumbir mi resistencia.
De tu voz la sentencia: "Entrégate;
muéstrame la oscilación de tu espalda,
el vaivén de tus caderas,
Déjame caer ,en
en el abismo entre tus piernas
Árdeme ,habítame,
Regala al iris de mis ojos
la sensual visión de ver
desnudarte con los ojos cerrados;
libera la protesta de tus senos, cada noche por mi ausencia.
Báñame con tu humedad;
Ahógandome de placer,
y en ese vuelo ,muérdeme el alma.
Sálvame,
de esta implacable
necesidad de t