musics

DESPACIO



 Se apaga...despacio, la luz de tu cuerpo

tu amor. Pequeña dadiva, luz efímera; 

Que aunque me empeñe en sustentarlo,

 tan despacio al final del día ,igualmente, té pierdo.


El dolor al que me aferro sin sentido

ahora es limitado y manejable.

eres otro en esta voz que no conozco.


¿Serás amor, un largo adiós que nunca termina?

Tanto te abrace ,tanto  deseo en los rostros;

tanto fuego en nuestra piel aglutinada.


Ambos sabíamos que era cosa de locos

demasiado pecado para mi alma

demasiado peligro para una sola vida.


Entonces vida mía...

algo de ti se queda conmigo ,

algo de mi se va contigo.




COMPLICIDAD


 

Las sombras se estrellan
contra los rayos de la luna.
Las olas llegan con alucinados golpes a la orilla
y solo un vuelo de gaviotas anuncia
encuentros de miradas  cómplices.




Puedo contemplarte en silencio
y alimentar mi codicia
en tu frente, tus ojos… tus manos.
Tus labios sonríen rompiendo
el silencio solitario en las horas inmóviles ,
tragando el aire que sostenía
el resabio de una mueca triste.


Y en tus manos el arco iris para mis ojos vacíos,
ahora abiertos en tu cuerpo de hojas y alas,
apartado de misterios, entregado como niño.


Y nos llevo la noche a buscar aproximaciones
en tierras vírgenes,
arriba de un asombro insospechado.

Fue entonces,
que vislumbre el hielo de mis silabas
derritiéndose en tus labios,
encerrado el entorno en islas
con los enigmas del lenguaje,
ahondando tus ojos claros
en mi desnudez más profunda.

Y me pregunté...
cuanto había tardado esta belleza
por que siempre se abren ventanas
y ojos que la miran
para escribir un nuevo poema
…después de las tinieblas. 

NUESTROS SUEÑOS

  Mi mano acaricia tu sueño,

y para mejor acariciarlo,

se convierte ella también en sueño


.Entonces tu sueño,

se convierte en mano 

para corresponder a esa caricia

Despierta; ame tu presencia inalterable 

lícita y sutil,

conducida también de un modo lujurioso 

capaz de sucumbir mi resistencia.


De tu voz la sentencia: "Entrégate;

muéstrame la oscilación de tu espalda,

el vaivén de tus caderas,

Déjame caer ,en

en el abismo entre tus piernas


Árdeme ,habítame,



Regala  al iris de mis ojos

 la sensual visión de ver

desnudarte con los ojos cerrados;

libera la protesta de tus senos, cada noche por mi ausencia.

Báñame con  tu humedad;

Ahógandome de placer,

y en ese vuelo ,muérdeme el alma.

Sálvame,

de esta implacable

necesidad de t

DESDE LAS SOMBRAS


 Misterioso y entre sombras,

 como un dedo que rasguña mi desvelo. 

Nace un gemido que me atrapa estremecedor…denso.

sube y baja sostenido en el aire, se disfraza,

burlándose de mi asombro. 

Mi deseo,
 se abre violento; sucumbe al misterio que tu mirada esconde, 
exhala humedad cada uno de mis poros. 

Apareces, 
posesionando mis dominios y todo en mi se hace sospecha.
 Un halo embriagador cae, 
rompe el silencio,
 mi estupor crece,
 mientras resbala la insinuación del tacto. 



Te descubro, me descubres.

 Y se abre lento,
 acaso umbrales de hoguera,
 acaso tibios rumores.

Susurraste:
"Déjame conocer
-con mi lengua incluso-
tu preciosa obscuridad,
Déjame conocer,
el húmedo y suave sendero
a tu hermoso santuario.
Déjame  ver tu sonrisa,
cuando en la cúspide, cierres tus ojos".

 Y es entonces que de noche ojos, bocas y dedos se hunden en deslices luminosos sobornables,
 al amor que brota entre las sombras.

POR SI ACASO NO ME OLVIDO.


 Esta noche luego de mucho tiempo, salí a la calle y me sentí invadida de oscuridad. Me acostumbre tanto a mis encierros de luces rebotadas en cuatro paredes que perdí la conciencia de lo oscura que es la realidad nocturna. Esta ausencia de luz tan agobiante que envuelve todas las cosas, apenas desmentida por el sodio de las mortecinas lámparas del alumbrado público: esa necesaria pretensión social de tener un breve refugio de luz para guiar nuestros pasos y protegernos de malas intenciones. Todo tiene un precio, y en nuestras ciudades poder distinguir las veredas que transitamos conspira contra el brillo de las estrellas.

Nunca las estrellas brillan tanto ni son tan hermosas como en las noches sin luz alguna.
La primera vez que estuve en el campo de noche y vi las estrellas sin la competencia del artificio, fue un descubrimiento sorprendente del que mis ojos maravillados bebieron cada fotón durante horas. Miríadas de brillantes esparcidos en un tapiz tan negro que escapaba a mi comprensión citadina.

Pero esta noche en mi ciudad, mirando el cielo, entre tanta oscuridad y amarillo veo brillar la luna, la misma luna en la que nos encontramos en un triángulo amoroso que alargando distancias unía nuestras miradas en el mar de la tranquilidad.
He caminado tantas veces por los valles de la luna en tu compañía, que ya nada se ve igual, nada es lo mismo en esta oscuridad en que me desespero solitaria con tu recuerdo a cuestas.
La ultima vez que te vi me dejaste libre... ¿libre de que? Libre para extrañar tu compañía en mis encierros, libre para vagar sola en noches sin luz, libre para que una saeta de desencanto hiera de pena mi talón.
Libre para listar mi cobardía en las cartas que ya nunca leerás... Mejor así me digo, no tengo porque sumarte el dolor de que sepas que no tuve el coraje de continuar haciéndote daño en promesas que no habría de tener el valor de cumplir.
El daño esta hecho, ¿qué puedo hacer ahora? Continuar extrañándote parece inevitable, llevo tanto de ti por dentro que ya no sé que queda de mis antes; mi sangre es el tanino amargo del vino rojo que nunca bebí.
El paso del agua por tus acequias, susurra en mis oídos la música significativa que me hace sentir separada de ti en nuestro mismo lenguaje, invocándome a añorar el atardecer que nunca vi contigo,  y la noche corta donde la claridad del cielo es tanta que uno duda de sus sentidos.
¡Que dolor negro!
Como esta noche oscura, amarilla de sodio, que da tonalidades extrañas a los poros de mi piel donde llevo tatuado tu nombre como ángel incoloro que espera a ser pintado por las agujas que confundan tus colores con mi sangre.
Tu recuerdo me llega como un viento zonda, abrasa mis pensamientos para dejarme agonizante en busca del oxigeno de tu presencia en alguna de mis noches; una sonda sibilante y caliente que me penetra, explora mis venas y me encuentra buscando palabras para decirte cuanto te he extrañado, que nada fue mentira, nada imaginado, nada irreal, nada en vano.
Aun brillas tan intenso como esas estrellas fugaces que se llueven en derroche de belleza en algún solitario paisaje de un valle de la luna que miro nostálgica...por si acaso no me olvido,por si acaso estas conmigo nuevamente quiero desearte  en el silencio de mi pensamiento una feliz y hermosa vida..


SUPLICA



A ratos algo me rebasa
... fluidos viscosos
enredados en lengua y sudor
resbala paredes
interrogando a mi piel
entre dedos urgentes
y el matiz de tu voz.

Amandóme
sumergido y a horcajadas
en esos instantes
donde mi boca suplica
... y no se
que soy yo.


 

QUEDATE ASI

 


Y susurraste;
al borde de mi boca,

"Quédate así…así
una vida
Deja que mis manos. Aprendan cada curva
Empapa con sudores
y déjame correr
este frenético caudal "
Despacio, como entra la noche en el crepúsculo,
musite en tu oído.

"Tiéntame,
ábreme
como esa fruta madura
aun con lluvia y tormenta.
Sé visión pecaminosa
y embriágame
cuando las rosas rojas oscilan
y se mezclan con los lirios.

Enciéndeme,
en tu noche
en tu lecho
con los ojos abiertos
o colgada de tu sueño
atada a velos perfumados
y despierte en tu alborada
metida en tu lado izquierdo.

Acaríciame,
cuando agonizo
y soy de tu carne
y me diluyo en tu sangre
y mi alma se evapora.

Después,
explorados
entregados
poseídos
seremos un solo grito
un solo abrazo
de el mismo sueño."